Driving Learning in a Lifelong Direction

Impulsando el aprendizaje a lo largo de la vida

El aprendizaje se clasifica en tres tipos distintos: formal, no formal e informal. El aprendizaje formal suele tener lugar en entornos estructurados, como escuelas o universidades, siguiendo un currículo estandarizado con el objetivo de obtener titulaciones o títulos. El aprendizaje no formal, en cambio, es más flexible y a menudo se desarrolla fuera de los entornos académicos tradicionales, como talleres o cursos comunitarios, donde la participación es voluntaria y se centra en la autoevaluación. El aprendizaje informal es el más orgánico, pues se produce de forma natural a través de las experiencias, interacciones y observaciones cotidianas, a medida que las personas absorben información de su entorno, sus compañeros o los medios de comunicación, sin ningún marco estructurado. Cada tipo desempeña un papel crucial en el desarrollo personal y profesional, contribuyendo de forma única al proceso de aprendizaje a lo largo de la vida.

Ya sea que eduquen en casa o no, los padres tienen diversas maneras de guiar el aprendizaje no formal e informal de sus hijos. La acción más crucial que pueden tomar es predicar con el ejemplo. Así como nuestro Padre, a través de Jesucristo, cargó la cruz, nosotros también podemos esforzarnos por encarnar los valores que establecemos para nuestros hijos. Al cumplir con nuestras propias tareas, mantenernos limpios y organizados , y seguir la Regla de Oro, inspiramos a nuestros hijos a adoptar estos hábitos también.

En el ámbito académico, deportivo o artístico, una manera eficaz de fomentar el éxito es establecer metas y permitir que el niño explore su propio camino para alcanzarlas. Por ejemplo, cuando un niño pequeño está aprendiendo a atarse los zapatos, la meta podría ser: «Átate los zapatos tú solo». En lugar de mostrarle directamente cómo hacerlo, permítele que pregunte: «¿Me enseñas?». Si no necesita tu ayuda, ¡estupendo! Sin embargo, si la necesita, demostrar autoconocimiento y utilizar eficazmente los recursos disponibles es igualmente encomiable.

Los hermanos y primos también pueden ser una gran ayuda para los padres. No dudes en pedirles sugerencias a otros niños, ya que su cercanía en edad suele brindarles perspectivas valiosas para compartir. Las investigaciones indican que el verdadero valor del aprendizaje entre iguales reside en la retención no solo de los conocimientos y habilidades adquiridos, sino también del proceso que lleva a esa comprensión.

El aprendizaje es un proceso continuo que se nutre de una combinación de experiencias formales, no formales e informales. Cada tipo ofrece beneficios y oportunidades únicas para el crecimiento, moldeando a las personas de maneras diversas y significativas. Los padres desempeñan un papel fundamental al guiar este camino, dando un buen ejemplo y fomentando un entorno que impulse la curiosidad y la independencia. Ya sea estableciendo metas alcanzables o incentivando el aprendizaje entre pares, el apoyo y el estímulo de la familia y la comunidad pueden mejorar significativamente el desarrollo del niño. En definitiva, al cultivar el amor por el aprendizaje, empoderamos a nuestros hijos para explorar, cuestionar y tener éxito en todos los ámbitos de la vida.

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