Naturaleza vs. Inmaduro

Querida tía Hill,

¿Los narcisistas son infieles por naturaleza o por elección?

- Monógamo con ETS

Querido monógamo,

En primer lugar, lamento el desafortunado riesgo para la salud al que ha estado expuesto y asumo que está buscando la atención médica adecuada para ello.

Los narcisistas, al igual que los niños pequeños, tienen dificultades para controlar sus impulsos. Dado que los bebés no tienen suficiente experiencia vital para comprender el concepto de consecuencias, esperamos pacientemente a que aprendan. Si el niño nunca aprende que la consideración hacia los demás le beneficia, quizá debamos asumir que el adulto es simplemente estúpido.

La actitud egoísta del narcisista hace pensar que le gusta hacerse el tonto. Pero eso sería demasiado estúpido, incluso para un narcisista, lo que nos lleva a la conclusión de que los narcisistas son tontos por naturaleza.

La Biblia es una colección de historias que nos explican, una y otra vez, por qué debemos ser fieles, bondadosos y aprender a postergar la gratificación. En resumen, porque si no, todo se va al traste. Esta es una lección sencilla que incluso un ateo puede comprender, pero que se les escapa a quienes viven inmersos en una visión narcisista de la realidad.

Podría argumentarse que un narcisista disfruta de las consecuencias de su infidelidad. Sin embargo, esto no es así, porque lo que se experimenta a través del narcisismo no puede disfrutarse. Cuando alguien actúa con alegría al lastimar a otra persona, en realidad está actuando con malicia .

Dentro de la mentalidad narcisista, no tiene sentido hacer algo que no genere una gratificación inmediata, ya sea dinero o aplausos. Claro que nadie aplaude a un adúltero, pero desde esta perspectiva, la culpa recae en la pareja, pues esta persona no estaba presente para satisfacer una necesidad inmediata creada por una tercera persona que tal vez ni siquiera sepa lo que está sucediendo.

El narcisista se sorprende mucho de que los demás no lo vean de la misma manera. Incluso puede llegar a pensar que son tontos por ello. Esto le produce una sensación de satisfacción por haberle dado una lección a alguien (por ejemplo, " deberías haber estado ahí cuando te necesitaba, deberías haber sido más atento "). Esta forma de pensar es retorcida precisamente porque buscará cualquier excusa para evitar la regla de oro.

En la Biblia, Satanás aparece como una serpiente y también como el primer hermano, entre otras manifestaciones. Independientemente de la forma que adopte, la razón para negar la capacidad de decisión y la responsabilidad —y, por ende, sumir a la comunidad en el caos— es siempre la misma: distraer al pecador de la reflexión sobre su pecado para que no asuma las consecuencias de sus actos. ¡Y miren cómo termina siempre!

¿Por qué la naturaleza nos hace eso al resto de nosotros? Esa es la pregunta más desconcertante.